Y ahora resulta que soy madre!

08.04.2014 18:29

Como primera reflexión sobre “el libro del conocimiento absoluto” con el que nacen todos los niños de este mundo, me gustaría contaros mi caso y si me permitís empezar por poneros en antecedentes.

Soy la segunda hija de una familia española "normal", que tuvo una infancia "normal", una adolescencia dentro de la rebeldía "normal" y una juventud algo alocada pero "normal" también. Digo "normal" porque mis padres son personas sin patologías psicológicas, no me han agredido física ni sexualmente, no he tenido graves traumas, problemas o conflictos y porque en cada momento yo pensaba que eso era lo normal, ya que todos los de mi alrededor eran parecidos y tenían un comportamiento similar.

El caso es que en cuanto tuve la oportunidad salí de mi casa. Aproveche que era buena estudiante para intentar irme a estudiar la carrera fuera de mi casa desde primero, pero no hubo suerte y tuve que esperar hasta tercero, así que con 20 años salí para nunca volver a entrar. Quiero decir que no volví a vivir en casa de mis padres, por supuesto iba los fines de semana, vacaciones, etc. Viví en un sinfín de ciudades y pueblos españoles siguiendo mi carrera profesional hasta los 28.

Este alejamiento, que hasta hace poco creía que era por ver mundo y experimentar, empezó a hacerse más extremo a partir de entonces ya que salí de España para empezar a recorrer el mundo, empezando por África, después América y ahora Oriente Medio. 

Cuando salí a recorrer el mundo estaba soltera, libre y feliz pero siempre con el tintín en la cabeza, al principio algo lejano, pero cada vez más acuciante de casarte y tener hijos y por supuesto la campana empieza a resonar cada vez más y más fuerte cuando tu edad empieza por 3! Así que en mi andanza americana conocí a un compañero de trabajo, español, de mi edad, buena gente, guapo, simpático... y nos hicimos muy amigos, después pasamos a compartir algo mas y a los 3 meses de realmente estar juntos una tarde le dije: Oye, he estado pensando (1 hora antes) que nos podíamos casar. A lo que él me contesto: ah vale, pues guay! y así en 6 meses más nos casamos y empezamos nuestra andanza por el camino juntos. Quiero dejar claro que quiero a mi marido con locura, cada día mas, y que no me arrepiento para nada pero esas decisiones apresuradas y sin pensar nos las hace tomar la programación que llevamos metida de serie desde nuestra infancia y aunque pensemos que lo hacemos libremente, ES MENTIRA! solo seguimos el guion que nos han insertado.

Recién casada cumplí los 32 y pensé que ya que habíamos corrido tanto para casarnos ahora nos lo tomaríamos con un poco más de calma para tener hijos, pero nada más lejos de la realidad a los 6 meses, en otra envestida camicace de mi subconsciente decidí que lo mejor era empezar a buscarlo ya por eso de que y si luego no me quedo embarazada? el caso es que en el mismo mes que deje de tomarme la píldora me quede embarazada! así que casi sin enterarme estábamos esperando una criatura, esto ya no tenía vuelta atrás, madre mía! 

Durante el embarazo leí lo normal, libros que te explican cómo se va desarrollando el feto, como se supone que te sientes tú, etc. pero gracias a Dios, al Universo o al destino, que nos ponen en el camino a las personas que necesitamos para encontrar nuestro camino, una amiga a la que quiero con toda mi alma me introdujo en los libros de Carlos González y con ello a todo un mundo nuevo en cuanto a maternidad y lactancia. Mi marido y yo tomamos un curso de preparación al parto y también nos ayudó muchísimo a orientar nuestra visión tanto del parto como de la crianza. Bueno, para ser realistas mi marido siempre me apoyó y me apoya con respecto a todos estos temas pero la que lleva la iniciativa soy yo, él se deja llevar como creo que sucede en la gran mayoría de los casos. 

La chica que nos dio el curso nos acompañó también en el parto y fue maravilloso, ni un gotero, ni un punto, nada. Mi niña nació a su ritmo y con tranquilidad y nada más nacer me la pusieron al pecho, al principio no lo conseguíamos pero gracias a la insistencia de esta chica mi niña se enganchó y no ha parado hasta ahora.

Y ahí empieza mi transformación. Quiero ser siempre cariñosa, perfecta y amorosa porque sé que los niños, desde ya antes de nacer, absorben todo de nosotros especialmente las emociones. Paré a observar mi comportamiento de forma crítica y había muchas cosas que no estaban bien, no me gustaba nada lo que veía. Me di cuenta que muchas veces reaccionaba gritando, hablando mal, etc.

Con la llegada de mi hija todo cambia. Empiezo a preguntarme por qué? y empiezo a indagar en mi pasado. Qué es lo que me ha marcado para que reaccione así? y lo verdaderamente importante: Cómo lo puedo cambiar?

Acompáñame en este camino de descubrimiento para que de la mano podamos sanar nuestro niño interno herido y disfrutar de una nueva vida con nuestros hijos de la forma más natural y feliz posible.

 

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