Seré un perro verde

08.04.2014 18:35

Esta pregunta me asalta demasiado frecuentemente. Tengo pocos pero muy claros los principios que quiero aplicar en la "educación" de mis hijos, lo pongo entre comillas porque la palabra educación ya me suena a seriedad, a aburrido, a yo mando y tu obedeces... me gustaría mas llamarle "el tiempo que paso con mis hijos" y en el cual los dos nos desarrollamos, porque sería erróneo pensar que los únicos que sacan un provecho son los niños. El caso es que yo pensaba que estos principios eran universales y que toda la humanidad en mayor o menor medida los compartía. Que equivocada estaba!

Como ya os he contado vivo expatriada en un país islámico y mi vida social realmente es poca por no decir inexistente pero la semana pasada mi hija cumplió 2 años y le prepare una fiestecita en casa a la que vinieron 4 madres españolas, 1 mexicana y 1 libanesa. La fiesta estuvo genial y los niños desde el minuto cero jugaron y disfrutaron a lo grande por lo que el objetivo principal estaba cumplido. Ahora bien, yo tenía una oculta segunda intención que era la de aumentar un poco mi vida social y mejorar mi relación con las pocas conocidas que tengo y ahí ya la cosa fue distinta.

Para empezar, la madre libanesa de la mejor amiguita de mi hija en la guardería se quedó boquiabierta cuando vio que le daba teta. Su cara no tenía desperdicio, primero por darle teta con 2 años!!! y segundo por hacerlo delante de todos los presentes!! Vamos, algo inconcebible lo mires por donde lo mires. 

A esto estoy más acostumbrada, pero lo más sorprendente para mí fue la conversación que tuvimos al final de la fiesta.

Una de las niñas era muy gritona y pegona y su madre nos decía que a ella lo único que le funciona en esos casos es castigarla, que mucha gente le dice que no debería hacerlo pero que ella no ve ninguna otra solución. Su frase era, "pues a mí me funciona" (como si fuese una marca de detergente o algo así). A otra lo que le funcionaba en caso de rabieta era dejar a la niña en su cuarto y decirle "Cuando se te pase, vienes" y por ultimo una amiga con estudios de psicopedagogía, decía que los castigos no servían para nada pero que ella en determinadas ocasiones les daba una zurra bien dada.

Yo realmente no estaba preparada para esta conversación, no supe ni mucho menos responder con buenos argumentos, en primer lugar porque estaba en shock y en segundo lugar porque realmente lo que les decía les parecía una soberana tontería.

En el caso de la niña que gritaba y pegaba le intente comentar a su madre que los castigos y las recompensas a la larga solamente refuerzan el mal comportamiento y son los niños los que acaban empleándolos para obtener lo que quieren. A la segunda pregunta, y entonces que  hago? no pude responder ya que una vez que se entra en el círculo no sé cómo se podría salir.  Además yo no soy capaz de ni siquiera insinuar a una madre que lo ha hecho mal, sé que duele y no puedo hacerlo. Pero lo que si comentamos es que los niños son nuestro reflejo y que lo que más nos molesta de ellos son nuestros propios defectos y nos ayudan a conocernos a nosotros mismos y saber dónde debemos mejorar. Curiosamente en este punto casi todas estaban de acuerdo.

Simplemente intente exponer lo que yo hago con mi hija. Ella es muy tranquila pero cuando por ejemplo hay que irse de un sitio en el que ella está muy a gusto, obviamente tiene sus rabietas. En ese caso la cojo, la miro a los ojos y le digo que nos tenemos que ir, la abrazo, si no me deja o me quita le doy su espacio, se lo vuelvo a decir y le digo que entiendo que ella se quiere quedar pero que ya nos tenemos que ir, la cojo en brazos y me la llevo, con todo el cariño y el  amor que puedo darle. Lo normal es que llore un poco pero en cuanto hemos salido de la zona de conflicto se le pasa y vuelve a estar encantada de la vida. 

Mi argumento fue interrumpido infinitamente con frases como:

·         Venga hombre! a esa edad no se puede razonar con ellos!

·         Pero que son más listos que nosotros! Lo hacen para desafiarnos!

·         Ya me lo diras! Que a partir de los 2 años no veas como cambian! Se vuelven demonios!

·         Yo no soy dulce. No puedo hacer eso.

·         Dejarla en su cuarto sola hasta que se le pase no es quitarle el cariño.

Realmente fue muy frustrante para mí y le he dado mil vueltas a la cabeza. Después de reflexionar varios días me di cuenta que toda la conversación surgió porque mi hija estaba tan tranquila sentada en mis rodillas jugando con una muñequita que le habían regalado y los demás niños y niñas estaban berreando, gritando, peleando… y creo que una explicación a estos comportamientos es que los niños necesitan la atención de sus padres. Si no la obtienen por las buenas harán todo lo que sea necesario para obtenerla (gritos, mordiscos, etc.) sobre todo cuando ya es tarde y están cansado como era el caso.

Para mí una de las claves para que una rabieta no pase a mayores es que como adultos no perdamos los papeles. Si además de la rabieta de nuestro hijo sumamos la nuestra, es cuando nos ponemos todos en el mismo nivel y eso se convierte en una lucha de tú a tú donde el único objetivo es doblegar al contrincante para quedar como vencedores. Esto es fácil de decir pero para conseguirlo es necesario un trabajo interior muy importante. Debemos curar nuestras heridas de la infancia y ponernos siempre en el lugar de nuestros de hijos para poder actuar de forma tranquila y relajada y no en modo acción-reacción.

 

El punto más peliagudo de la conversación fue cuando una de las madres defendió el uso del azote en ciertas ocasiones. El ejemplo que puso fue un día que se encontró a su hijo subido en una silla y con la ventana abierta como a punto de saltar. Fue corriendo y le dio una buena  zurra y así consiguió lo que quería que era que el niño se asustara y no lo hiciera más.

Realmente no daba crédito a lo que estaba escuchando y no pare de darle vueltas al coco varios días pensando y una especie de resumen de todo lo que paso por mi cabeza podría ser:

Como decía Einstein, “el ejemplo no solo es una buena forma de enseñar, si no que es la UNICA”, entonces si yo le pego a mi hijo porque la razón es de peso, le estoy enseñando que si el fin es realmente importante es válido el uso de la violencia y el niño por lo tanto aprendería: Si quiero algo mucho, mucho, mucho puedo pegar para conseguirlo porque si mi madre, que es mi modelo de comportamiento numero 1, lo emplea quiere decir que es lo mejor del mundo y lo más efectivo.  Vale, pero aparte de esto, le enseno algo más al niño? Yo creo que no, seguramente no se volverá a acercar a la ventana cuando este su madre cerca pero probablemente esté esperando el momento en que ella no esté para realizar esa acción prohibida que debe ser súper apasionante y peligrosa para que su madre haya reaccionado de esa forma.

 

En fin, el cumpleaños fue muy divertido y a la larga muy constructivo para mí ya que muy a mi pesar la mayoría de la gente tiene una forma de pensar similar y estoy segura de que conversaciones similares se presentaran pero la próxima vez estaré mejor preparada para defender la crianza respetuosa y con apego como se merece. Por favor, ayudarme a prepararme, a saber que contestar, que razonamientos sencillos y claros puedo exponer para entre todas conseguir que los perros verdes sean los demás y no nosotros. Muchas gracias!

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